Tipos de inmunidad

El concepto de inmunidad se aplica a situaciones que se encuentran exentas de un agente externo que pueda afectar su funcionamiento. Esto quiere decir que un organismo desarrolla un tipo de defensa ante afectaciones de patógenos. Esto es definido así desde el punto de vista biológico, fisiológico y genético. Hablamos de la capacidad de evitar afectaciones negativas a los cuerpos.

Al revisar el concepto de “inmunidad” desde otro enfoque, podemos aplicarlo en lo que se conoce en la diplomacia, precisamente como “inmunidad diplomática”. Esto significa que una persona que se dedica a la carrera de la diplomacia, sea embajador, cónsul o agregado cultural, comercial o militar; por su condición, tienen en un país externo derecho a garantías civiles y legales.

En otro sector, como lo es el parlamento o congresos, según se le conoce en determinados países, la inmunidad guarda relación directa con los legisladores que tienen precisamente “inmunidad parlamentaria”, (en algunos lugares se les conoce como “fuero”), que significa que en términos de derecho, no pueden ser llevadas a un juicio, sea de carácter penal, civil o mercantil.

Tipos de inmunidad

Inmunidad Adquirida

Este es un tipo de proceso de inmunidad que generalmente se desarrolla en los animales de tipo vertebrados, y tiene como característica principal que una vez que el sistema inmunológico se enfrenta a los agentes de tipo patógenos que atacan a las células, logra con esto que los organismos presenten algún tipo de afectación y/o enfermedad, por segunda ocasión.

Es por esa razón que la durabilidad de este sistema inmunológico tiene mayor duración en comparación con otros tipos. Entre sus características principales está la de ser muy específicos en sus funciones al atacar patógenos. Además, son capaces de dar respuesta positiva ante una cantidad importante de anticuerpos que se puedan presentar en el organismo.

Esto quiere decir que dada la naturaleza de este sistema inmunológico, es posible reaccionar de manera proactiva y puntual ante ciertos patógenos. Y lo pueden hacer en un tiempo de larga duración, sin que esto afecte su capacidad de ataque. Cuando no sea necesario que el sistema inmunológico esté en estado activo, puede volverse a un estado de reposo.

Existen de acuerdo a una clasificación en consenso, dos tipos de inmunidad en forma adquirida y son: la llamada “inmunidad celular”: que se conforma de una serie de linfocitos que son capaces de enfrentarse a ciertos microorganismos de tipo intracelular. Está además la “inmunidad humoral”: que se conforma de un tipo de anticuerpo dentro de la sangre capaz de luchar contra los antígenos.

Inmunidad Artificial

En este caso, tenemos que el sistema inmunológico lo adquiere el ser humano cuando por indicaciones del médico especialista, lo somete a un tratamiento e incluso a un proceso de terapia; según sea el caso. Para tal fin se han desarrollado dos tipos de “inmunidad artificial” como lo es la llamada “inmunidad activa” e “inmunidad pasiva”. Términos que revisamos enseguida.

Inmunidad Activa

Para que se manifieste en el cuerpo, lo que se hace es que de manera externa se realiza un tipo de estimulación para que se desarrollen los anticuerpos que sean necesarios en el momento. Esto con la finalidad de que se puedan enfrentar a los patógenos que dañan al organismo. El caso más común es el uso de las vacunas diseñadas para cierto tipo de enfermedades.

Medicamento en solución

Inmunidad Pasiva

En este caso, para que se presente un proceso inmunológico, es necesario que se implemente lo que se conoce como procedimiento de “sueroterapia”, que consiste precisamente en aplicar un suero de tipo sanguíneo a un paciente para combatir algunos patógenos que afectan la salud de la persona. Este tipo de procedimientos se aplica cuando no funciona adecuadamente la “inmunización activa”.

Vacuna de color azul

Inmunidad Natural

En términos técnicos se les conoce a este tipo de inmunidad como “inmunidad congénita” o “inmunidad innata”; que se reduce a una acción que se desarrolla al desarrollar una defensa a las afectaciones patógenas que se dan de manera natural en el cuerpo de una persona. El mecanismo que se desarrolla en este tipo de inmunidad, se da cuando los genes se transmiten biológicamente.

Dentro de la inmunidad que se presenta de manera natural, tenemos dos formas de manifestación como son la llamada inmunidad activa e inmunidad pasiva. A continuación revisamos cada una de ellas para una mejor comprensión del tema y posteriormente señalamos a las células que participan en el proceso de inmunidad natural.

Inmunidad Activa

Este se presenta una vez que la persona padece algún tipo de infección como puede ser, respiratoria; o cuando genera una “inmunización activa”. Lo que esto ocasiona es que se confronte una lucha entre el sistema inmunológico y un agente patógeno. Una de las características principales de este tipo de inmunización es que puede desarrollarse de manera permanente en el cuerpo de la persona.

Niño usando mascara de gas

Inmunidad Pasiva

Como el término lo advierte, este tipo de inmunización se presenta en las personas de manera pasiva, y por las propias características del propio sistema, este tiende a durar muy poco. En donde de manera frecuente se presenta es en los recién nacidos e incluso en el feto en su etapa de maduración en el embarazo. Los agentes inmunológicos precisamente son trasmitidos por la madre.

Ahora pasemos a revisar algunas células que tienen participación en un proceso de inmunidad de tipo natural. Estas son las llamadas “Asesinas naturales” y los “fagocitos”. Ambos tienen una participación e influencia muy activa en el sistema inmunológico delas personas. Por eso la importancia de saber un poco de ellos, para una mejor comprensión del sistema inmunológico.

Bebé recién nacido

Asesinas naturales

La forma en como estas se manifiestan es por medio de los llamados “leucocitos”, que tienen la función principal de activarse cuando en el cuerpo de una persona se hace acto de presencia de algún tipo de virus. Se comprende entonces que la función central de estos es la de “curar” aquellas células que hayan sido afectadas de manera negativa y sea propenso a manifestar una enfermedad.

Patógeno visto en microscopio

Fagocitos

La actividad principal de este tipo es la de adaptar a las células en un proceso de “fagocitar” a aquellos elementos que resulten dañinos para las células. Sobre todo cuando estos se presentan en lo que se conoce como superficies de tipo epitelial. La manera en cómo se da el mecanismo de “fagocitar” consiste en rodear los microorganismos y eliminarlos.

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