Los suelos son una la parte más exterior de la corteza terrestre, la cual está formada de minerales y partículas orgánicas producidas por la descomposición de microorganismos de plantas y animales (humus), así como por la acción del medio ambiente, (viento, agua, temperatura). El tipo de suelo cambia de un sitio a otro, ya que está influenciado por los cambios tectónicos y volcánicos, así como por la erosión, ya sea provocada por la acción del viento o del agua, por lo que con estas últimas fuerzas se causa el empobrecimiento de la tierra.
El suelo se compone básicamente de cuatro capas, la capa superficial que es más obscura y húmeda que las demás (el humus), debajo de esta se encuentra una capa más delgada y seca denominada subsuelo, debajo de este una capa de grabas y rocas sueltas y debajo de esta última una capa de rocas sólidas a la que se le denomina como lecho de roca o lecho rocoso.
Usualmente a aquello a lo que se le denomina como suelo, es a la parte más externa, es decir, a la delgada capa de humus y minerales que cubre la superficie terrestre, la cual varía de grosor en una media de entre 3 milímetros a 5 o 15 o hasta 20 centímetros, dependiendo de la zona en la que se encuentre y el tipo específico de suelo.
Principales Tipos de suelos
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Los tipos de suelos se clasifican de dos formas básicas, según las características que poseen, es decir, por su composición y su formación, y por la función o utilidad que presentan.
Tipos de suelos según su composición y formación
Acrisoles
Se forman por acumulaciones de arcilla menor o fina, tienen una coloración rojiza o amarillenta, se forman comúnmente sobre bases rocosas ácidas. Se encuentran principalmente en zonas tropicales y subtropicales en donde abundan las precipitaciones.
Fluvisoles
Son suelos de creación relativamente reciente, de formación fluvial, lacustre o marina, formándose en lugares que frecuentemente son inundadas, en donde se depositan los sedimentos que lo forman, entre los que se destacan grandes cantidades de calcio (calizas).
Luvisoles o arcillosos
Son suelos en donde la concentración de arcilla impide la filtración y diseminación del agua, tienen escasa materia orgánica, por lo tanto la vegetación escasea en las zonas en donde estos suelos predominan.
Litosoles
Los litosoles son suelos que comúnmente se encuentran en afloramientos rocosos y zonas escarpadas, sonde poco espesor (el cual no supera los 30 centímetros de profundidad), en ellos crece escasa vegetación.
Cambisoles
Son suelos jóvenes que acumulan arcillas, y tienen una coloración característica dada por los minerales que en él se encuentran, estos suelos tienen origen a partir de la erosión aluvial, eólica y coluvial.
Gleysoloes
Son suelos que poseen grandes cantidades de agua en forma permanente o semi-permanente, esto se debe a que presentan un mal drenaje de agua, se formaron a partir de sedimentos marinos, lacustres y fluviales, en los periodos del pleistoceno u holoceno, presentan en su constitución compuestos ácidos o básicos.
Rendzina
Son suelos que poseen bastante material orgánico, en el que se da una actividad biológica intensa por parte de microorganismos, se forman sobre un lecho de roca caliza, y se producen por erosión.
Vertizoles
Se localizan en zonas de bajas pendientes llanas o poco onduladas, climas tropicales semiáridos, en ellos predomina la arcilla lo que causa que el agua no se filtre bien, provocando que en tiempos de sequía se endurezcan y agrieten y en tiempos de excesiva humedad se vuelvan “plásticos” e impermeables. La vegetación que suele crecer en este tipo de suelos es la de la sabana y algunas praderas, y a pesar de las dificultades que presenta este tipo de suelo puede ser muy productivo manejado adecuadamente.
Suelos marinos
Están formados básicamente por arena y rocas, y son permeables hasta llegar a los estratos rocosos o arcillosos del subsuelo. En ellos el material orgánico capaz de nutrir plantas, se limita básicamente a las zonas costeras, en donde algunas algas aprovechan los nutrientes que en él se encuentran.
Tipos de suelos según su funcionalidad
Arenosos
Son aquellos que están formados básicamente de arenillas, por lo que no retienen agua suficiente y poseen poco material orgánico ya que este se erosiona fácilmente, por lo que no son aptos para la agricultura.
Calizos
En este tipo de suelo abundan las sales de calcio, así como piedrecillas calizas, su coloración oscila entre el blanco y el gris pálido, son áridos y secos, su retención de agua es mayor que los suelos arenosos, pero insuficiente para la agricultura.
Arcillosos
Tienen un alto grado de concentración de granos finos de arcilla, por lo que retienen el agua encharcándola, pero no permiten su filtración. Se pueden usar para cultivar mezclándolos con humus y abonos, lo que los hace productivos en gran medida, pero tienden a agrietarse cuando son expuestos al sol durante largo tiempo.
Suelos rocosos o pedregosos
Están formados por rocas, piedras y gravillas por lo que suelen ser muy permeables impidiendo que el agua sea retenida, de la misma manera los materiales orgánicos suelen perderse en ellos, razón por la cual son improductivos para cultivar.
Suelos de tierra negra o Fumíferos
Son los que poseen grandes cantidades de material orgánico, (vegetal y animal), su retención de agua es muy elevada y poseen gran cantidad de nutrientes, por lo que son excelentes para cultivar.
Suelos con minerales
En este tipo de suelo entran varios de los tipos anteriores, pues estos se encuentran por encima de los yacimientos de minerales mismos que en realidad se hallan muy por debajo del subsuelo, excepto en zonas en donde el material mineral aflora, como en algunos yacimientos de oro, plata o cobre.