Se conoce como tipo o tasa de cambio a la relación que existe entre las operaciones cambiarias por dos monedas que son de distintos países. El resultado de la operación que resulta del intercambio de valor entre esas dos monedas, define la cantidad de una moneda que se da en relación a la otra. Es decir, el tipo o tasa de cambio define cuánto dinero se puede obtener por la otra moneda de diferente país.
Historia del tipo de cambio
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Desde el punto de vista histórico, los economistas dividen el estudio de los tipos de cambio en los siguientes estadios:
Del patrón oro a la gran depresión
Antes de lo que se conoce como la primera posguerra, el dólar tenía un fuerte impacto en las operaciones cambiarias, sin embargo, poco a poco fue perdiendo su liderazgo. Por tal razón y en la dinámica del comercio internacional, se pensó en otra divisa que fuera más estable para tomarla como referencia cambiaria.
El oro comenzó a manejarse como la mejor opción al respecto. El beneficio inmediato fue el de desarrollar una fuerte demanda que se produjo cuando prácticamente todos los países desarrollados, permitieron su libre negociación generando con ello, un nuevo valor a las monedas.
Bretón Woods y el “desequilibrio benéfico”
Durante el periodo de la fatídica Segunda Guerra Mundial, se empezó a regular de manera importante el tipo de cambio en relación al oro. Esta situación provocó un impacto negativo en las relaciones de cooperación de la moneda entre los países, toda vez que el factor oro enfrentaba una crisis de reserva.
El escenario que se presentó al final de la segunda guerra mundial, trajo para los países que perdieron, Alemania y Japón, un desastre económico, toda vez que dependían sus economías de los productos que se producían en los Estados Unidos.
Precisamente los Estados Unidos, a raíz de su triunfo y escenario en el comercio internacional, llegó a consolidar su economía, ya que operaba al máximo de su nivel de capacidad con una eficiencia admirable y entre 1946 y 1949 pudo acumular excedentes en su balanza de pagos y darle una vez más un fuerte valor al dólar, siendo entonces, de nuevo, un referente en la moneda cambiaria.
Un nuevo orden en el comercio internacional en las reservas monetarias
Durante el mes de julio del año de 1944, en New Hampshire, Estados Unidos, se reunieron representantes de al menos cuarenta y cuatro naciones con el objetivo central de construir un nuevo orden monetario internacional.
Se instauró de nuevo el tipo de cambio fijo, se estableció como patrón oro el valor de 35 dólares la onza, con la obligación de que cada país definiera sus respectivas paridades respecto a su moneda para establecer un orden de cambio.
El “descuido benigno” y la caída del dólar
A raíz del acuerdo contraído en el comercio de las divisas, Europa pudo vivir sin grandes preocupaciones gracias a los controles estrictos de cambio. Sus monedas terminaron siendo con ello, intercambiables por la paridad uno a uno, y se enfocaron a abastecer a los bancos centrales con dólares, con la ingenua idea de que se podría evitar la escasez de la divisa.
Aquella estrategia se convierte en lo que se conoce como la crisis de la abundancia. En el año de 1958, los países miembros del acuerdo se dan cuenta que la operación había resultado excesiva y que la acumulación de dólares en sus cuentas de reserva no les servía para nada.
El Sistema Monetario Europeo (EMS)
Para confrontar de manera positiva esa situación, el día 18 de diciembre del año de 1978, los integrantes de lo que se fue el antecedente de la Unión Europea, la Comunidad Económica Europea (EEC), realizaron un acuerdo de estabilidad cambiaria. Se desarrolla el Sistema Monetario Europeo, con el objetivo de regular las fluctuaciones inestables de los tipos de cambio.
Los tipos de cambio que existen son:
Tipo de cambio nominal
Se define así al precio relativo existente entre la moneda local y una moneda extranjera. Estos se establecen en los mercados cambiarios tomando mayoritariamente, euros por dólar.
Es un valor relativo que vincula el precio entre dos monedas. Normalmente se hace referencia a la cotización del dólar frente a la moneda en particular, es decir, cuantas monedas se necesitarían para comprar un dólar.
El tipo de cambio manejado de esa forma, muestra tendencias que pueden ser a la baja o alza, reflejado en una apreciación o depreciación de la moneda frente al dólar.
Este tipo de operaciones se realizan en las conocidas casas de cambio. Las monedas se cotizan con un precio de compra como un precio de venta, según sea el caso.
En este tipo de operaciones, se presentan apreciaciones y depreciaciones, en el tipo de cambio nominal.
Es decir, se presenta una apreciación de la moneda, cuando se requiere de menor cantidad de moneda nacional para adquirir dólares estadounidenses. A la inversa, cuando hay una depreciación del tipo de cambio nominal, sube el tipo de cambio.
Tipo de cambio real
Tiene como función principal, medir el grado de competitividad que tienen los productos con respecto a los extranjeros. Es decir, básicamente resulta de multiplicar el tipo de cambio nominal con el nivel de precios del exterior y el resultado dividirlo entre el nivel de precios internos.
Entonces, si el nivel de precios interno es más alto que el nivel de precios externos, hay una caída en el tipo de cambio real, indicando una baja en el nivel de competitividad de nuestros productos respecto al exterior.