Entendemos por estrellas a todos aquellos cuerpos astronómicos que brillan con una luz propia, se trata de cuerpos gaseoso-plasmáticos en forma de espera que se hallan en un estado de equilibrio hidrostático de fuerzas gravitatorias que atraen la materia hacia el centro de la misma, fuerza que contrarresta la presión que se producen por el plasma que empuja a la materia hacia el exterior de la estrella.
Las estrellas son conglomerados de materia en estado gaseoso y plasmático en donde se dan reacciones nucleares, en donde se experimentan de manera constante reacciones termonucleares de fusión nuclear (fusión de núcleos de elementos que se transforman de esta manera en elementos más pesados), teniéndose como resultado de dichos cambios en la materia, elevadas temperaturas, pudiendo ser temperaturas mayores a los 15 millones de grados en el interior o núcleo de la estrella, siendo que la superficie es la parte más fría de una estrella, la cual cuenta con unos cuantos miles de grados centígrados (6000 grados en nuestro sol), así como expulsan diversas emisiones de radiaciones.
En ellas, el equilibrio se mantiene entre las fuerzas gravitatorias y expansivas de la materia (fuerzas que atraen la materia hacia su centro o que expulsan la materia hacia el espacio), estas se mantiene mientras se producen interacciones termonucleares en el centro o núcleo de la estrella, sosteniendo el mencionado equilibrio hidrostático del cuerpo de la estrella, evitando su explosión o implosión durante varios millones de años.
Composición de las estrellas:
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En la composición de una estrella existen distintos niveles de compresión de la materia, siendo que en los estratos interiores hay mucha más materia condensada y comprimida, con temperaturas superiores (de varios millones de grados centígrados), mientras que las capas externas poseen un índice de materia relativamente menor presentando temperaturas inferiores de pocos miles de grados centígrados en la capa superficial.
Estos cuerpos celestes cuentan con tamaños y masas enormes a comparación de los planetas, asteroides, nubes de polvo y cometas, y los tamaños de estas masas incandescentes de materia varían en cuanto a su tamaño y masa, siendo que como ejemplo nuestro sol posee con 1303782 veces el tamaño de la tierra, mientras que estrellas como “Antares” cuentan con aproximadamente un tamaño de 700 veces el de nuestra estrella el sol, y otras estrellas como Mu Cephei que posee un radio de aproximadamente 1500 veces el del sol.
Los conjuntos de estrellas que se hallan en las galaxias incumben a cálculos de varios miles de millones (tan solo en nuestra galaxia se calcula que hay entre 200000 y 400000 millones de estrellas), existiendo en el universo según estimaciones, alrededor de las 300 mil trillones de estrellas (300, 000, 000, 000, 000, 000, 000, 000), de distintos tipos repartidas en galaxias y el espacio intergaláctico del universo.
Las diversas estrellas que se conocen hasta el momento se clasifican por factores como el tamaño y masa con que cuentan, el color o brillo predominante en ellas, por algún tipo de elemento predominante en su composición, según el grado de evolución o edad que posean, por las temperaturas y las emisiones de radiaciones que expulsan, por su posición relativa a otras estrellas, etc.
Tipos de estrellas según su color aparente:
Estrellas Tipo O
Se aprecian de coloración azul con tonalidades violetas, son estrellas de gran tamaño y masa, altamente luminosas cuya temperatura superficial oscila entre los 20000 y los 40000 grados Kelvin.
Estrellas Tipo B
Son de coloración aparente azul, y de tamaño y masa muy grandes. La temperatura de su superficie se calcula entre los 10000 y 20000 grados kelvin.
Estrellas Tipo A
e observan de coloración blanca con tonalidades azuladas, también son estrellas de masa y tamaño elevado en cuya superficie se calculan temperaturas de entre 10000 y 7000 grados kelvin.
Estrellas Tipo F
Estas poseen en su superficie temperaturas de alrededor de entre los 7000 y 6000 grados kelvin, presentando coloración blanca-amarillenta.
Estrellas Tipo G
Son estrellas de coloración amarilla similares a nuestro sol, es decir, que estas son de un tamaño similar a la de nuestra estrella (variando entre una décima y doce veces la masa de nuestro sol), con temperaturas superficiales que varían entre los 4000 y los 6000 grados kelvin. Estas se caracterizan por la coloración amarillenta de la estrella.
Estrellas Tipo M
Se estima que son las que poseen un ritmo de vida más alto, como consecuencia de su reducido ritmo de consumo de energía. Estas son estrellas rojas cuya masa varía de entre la mitad de la de nuestro sol a unas veinte veces la de este, liberando temperaturas superficiales de entre 2000 y 3000 grados kelvin.
Estrellas Tipo K
Estas presentan masas que oscila alrededor de 12 veces la masa de nuestro sol y una décima de la de este, teniendo coloraciones anaranjadas en su espectro de luz, así como cuentan con temperaturas superficiales que varían entre los 3000 y los 5000 grados kelvin en su superficie.
Estrellas Tipo D
Son las denominadas enanas blancas, son el resultado o lo que queda como remanente de las estrellas de entre 10 y 9 masas la de nuestro sol, tras agotar su combustible nuclear (principalmente hidrógeno). Es uno de los tipos estelares más abundantes en el universo junto a las enanas rojas.
Tipos de estrellas por su tamaño y luminosidad:
Según la clasificación Yerkes.
- Hipergigante
- Supergigante muy luminosa
- Supergigante con menor brillo
- Gigante luminosa
- Gigante
- Subgigante
- Estrellas enanas de la secuencia principal
- Subenanas
- Enanas blancas
Tipos de estrellas según su cercanía a otras:
Estrellas Ligadas
Se trata de aquellas que están ligadas gravitatoriamente a otra u otras estrellas, formando sistemas estelares binarios, ternarios, cuaternarios o agrupaciones de más de una estrella. Suele ser que en estos sistemas una o dos estrellas “acaparen” la materia circundante y por ende sean mayores, siendo que su luminosidad “opaca” las de las otras. En sí estas se hallan “ligadas” a otros grupos estelares por varios miles de años luz, separadas pero cercanas a otros sistemas estelares formando corpúsculos estelares que son así mismo correspondientes galaxias.
Estrellas Aisladas
Se trata de aquellas estrellas que se encuentran separadas de otras, sin que se tengan lazos gravitacionales con otras estrellas, es el caso de nuestra estrella el sol, que viaja sola respecto a otras estrellas (a pesar de tener cuerpos como los planetas a su alrededor). Estas y su comportamiento solo obedece en cuanto a al campo gravitatorio común de toda la galaxia como parte integrante del conjunto galáctico.
Estrellas solitarias
Estas son más escasas, se trata de aquellas estrellas que se hallan en el espacio vacío intergaláctico, como resultado de la condensación de materia en zonas alejadas de las galaxias o como consecuencia de la expulsión resultante de la interacción de algunas estrellas (posiblemente en el núcleo galáctico), que terminan “expulsando” a la estrella de la galaxia. Estas son raras y se conoce de ellas que son estrellas súper veloces que giran en torno a la galaxia más cercana. Se cree que estas son expulsadas al pasar cerca del agujero negro súper masivo que se forma en el centro galáctico, pero sin que caigan en la fuerza de gravedad de este, lo que las expulsaría fuera de la galaxia a la que pertenecían.
Agujero negro
Se trata de las estrellas de mayor densidad y masa que existen, si bien estas no producen una luminosidad visible debido a que cuentan con un campo gravitatorio altamente elevado (por la concentración de masa), por lo que la materia y diversas ondas electromagnéticas como la luz no pueden escapar a dicha atracción (excepto algunas energías electromagnéticas que logran escapar a través del disco de acreción del agujero negro, en forma de “chorros” gracias a las grandes velocidades que ahí se cree suceden). Por lo anterior no suelen ser tenidas por estrellas (por contradecir el concepto general de estrella, en el cual se dice que la misma genera luz propia). Son abundantes en zonas del universo, creyéndose que existen mega-agujeros negros en los centros galácticos en donde hay una mayor densidad de materia en el espacio.