Se entiende por gases a todas las sustancias que se encuentran en este estado de agregación de la materia, es decir, a las sustancias cuyas moléculas interaccionan débilmente, cuando se encuentran bajo circunstancias de presión y temperatura específicas, sin que se formen enlaces moleculares, teniendo interacciones débiles, por lo que estas sustancias adoptan la forma del recipiente que las contenga, teniendo la tendencia a expandirse como consecuencia de su alta energía cinética.
Son sustancias que por contar con grandes espacios vacíos entre cada molécula, tienen una alta capacidad para ser comprimidas, siendo que al ser moléculas “libres”, pueden distribuirse perfectamente en el recipiente o lugar que los contenga, adoptando la forma de este, al no tener una forma definida.
Los gases se pueden clasificar según varios criterios, por su composición química, por pertenecer al grupo de los gases nobles, por el uso que se les dé, por su toxicidad, etc.
Principales tipos de gases:
Gases nobles o inertes.- Se les llama gases nobles o inertes, a aquellos que poseen una baja reactividad y son elementos químicos, que cuentan con algunas características similares entre sí. En condiciones normales, son monoatómicos, incoloros e inodoros. Estos son el argón (Ar), el Helio (He), el Neón (Ne), el Radón (Rn), el Kriptón (Kr) y el Xenón (Xe), mismos que se encuentran al extremo derecho de la tabla periódica de los elementos químicos.
Gases combustibles.- Se trata de aquellos que pueden ser utilizados como combustibles gracias a que se puede producir energía utilizándolos “quemándolos”, pues estos permiten la liberación de energía cuando son sujetos a un estímulo (encenderlos). Arden con facilidad en la presencia del oxígeno que está presente en el aire o en presencia de otro oxidante. Es el caso por ejemplo, de los gases metano y aquellos que son extraídos de hidrocarburos, como el gas natural y el gas licuado de petróleo, así como el hidrógeno, o el helio 3 (un isótopo del helio que se puede usar como combustible), entre otros.
Gases corrosivos.- Son aquellos gases o sustancias gaseosas, que contribuyen a la corrosión en diversos grados, un ejemplo es el oxígeno que corroe el hierro, así mismo hay varios gases y mezclas en estado gaseoso, que tiene efectos corrosivos variables, tanto en metales o como en otros cuerpos, es el caso de sustancias gaseosas como el cloro gaseoso, el monóxido de nitrógeno, el óxido de etileno, el dióxido de nitrógeno y otros. Es como consecuencia de la corrosión que poseen, que pueden ser nocivos para la salud, dañando los tejidos orgánicos.
Gases tóxicos.- Además de los ya mencionados gases corrosivos, existen otros que causan daño a los organismos vivos, se trata de gases o compuestos en estado gaseoso, que resultan tóxicos para el organismo, ya sea por una elevada corrosión o por tener efectos venenosos en el organismo al ser inalados.
Algunos de ellos han sido utilizados durante las guerras precisamente por sus efectos letales, en especial tratándose de gases que no se encuentran en la naturaleza, sino que son combinaciones químicas creadas por el hombre, para uso como pesticidas o directamente como armas, es el caso del gas mostaza y del gas nervioso, (como el sarín), siendo sustancias que se liberan en forma de gas y afectan al organismo humano (y animal), provocando daños irreparables y/o la muerte.
Otros gases tóxicos son de origen natural como por ejemplo los gases que expulsan los volcanes al hacer erupción como el dióxido de azufre, así como gases que se forman tras las reacciones químicas de algunos elementos y sustancias como las reacciones químicas con el metal cianuro resultando de ellos un gas tóxico y letal (gas cianuro).
Gases oxidantes.- En un principio se le dio el término de oxidación (de oxígeno), a la reacción que se sucede a los metales en presencia del oxígeno, sin embargo al existir reacciones semejantes con otros gases, como por ejemplo el cloro en forma gaseosa, que produce un efecto similar en el hierro, a este tipo de reacciones se les denomina indistintamente oxidación. El gas oxidante más conocido es el oxígeno, habiendo algunos otros como los gases de cloro y el flúor (que son sustancias que se presentan a temperatura ambiente en forma de gas).
Licuados.- Se trata de aquellos gases que son sometidos al proceso de “licuado”, es decir, son aquellos que han sido sometidos a un proceso que los transforma del estado gaseoso al líquido, mediante procesos de disminución de la temperatura y aumento de la presión, con lo que se obtiene la condensación de las moléculas. Este proceso es común en gases de hidrocarburos, para su mejor almacenamiento, transporte y uso, por ejemplo en encendedores de gas, tanques o en los sistemas de distribución subterráneos.
Criogénicos.- Se le denomina de esta manera a los gases licuados, que se convierten en líquidos a temperaturas extremadamente bajas, y que se caracterizan por una velocidad extremadamente alta, para pasar del estado líquido al gaseoso, por lo que su manejo debe realizarse con precaución por ser peligrosos. Son ejemplos de ellos el oxígeno, el hidrógeno y el nitrógeno, que solo se pueden licuar a muy bajas temperaturas.