El triángulo isósceles tiene características muy particulares que las distinguen, por ejemplo, del triángulo escaleno y equilátero. El termino isósceles tiene su procedencia por el griego que resulta de “iso = igual, skeles = piernas”; es decir, nos encontramos con una figura de polígono en el que precisamente dos de los lados, sí o sí, resultan iguales. El tercero por deducción es desigual.
Esto significa que de los tres ángulos que se forman, dos resultan similares mientras que el tercero es diferente. Esto sí, se debe cumplir una regla básica que es que la suma de los tres ángulos debe dar como resultado un total de 180 grados. Desde el punto de vista histórico, esta denominación y propiedad la demostró el filósofo griego conocido como Tales de Mileto.
Tipos de triángulos isósceles
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Triángulo acutángulo isósceles
Este tipo de triangulo, generalmente resulta conocido por la razón de que los ángulos resultantes suelen ser agudos, es decir, dos de estos son similares entre sí en el grado mientras que el tercero no lo es. La característica distintiva es el hecho de que la altura de ambos lados correspondientes a los ángulos similares, resulta simétrico entre sí.
Triángulo obtusángulo isósceles
En este caso, para clasificarla dentro de este grupo a un triángulo que en primera instancia debe ser isósceles, se debe observar y determinar que tengan dos lados que resulten iguales entre sí. El tercer lado que por deducción siempre resulta diferente, deberá ser mayor a los otros dos para considerarse de este tipo de triangulo. Esa es la característica principal que deberá observarse.
Triángulo rectángulo isósceles
En este caso, para su clasificación y/o distinción, se sigue la misma regla, es decir, debe observarse que dos de sus lados sean iguales entre si y un tercero diferente. La propiedad que se observa en este caso es que los lados iguales proyectan ángulos de 45 grados cada uno de ellos. En consecuencia saldrá un tercer lado por el trazo para que se sumen 180 grados en los ángulos, uno recto.